Historia de un bonsái: higuera 2019

Vamos a empezar nuestra Historias de un bonsái con mi mayor logro como aficionado. Se trata de una higuera cuya historia arranca en febrero de 2019, año anterior a la pandemia.

Como viene siendo habitual, ese año fuimos a la feria de La Candelaria, que se celebra el primer domingo de febrero en Molins de Rei (Barcelona). Allí ya teníamos fichado a un vivero que siempre trae árboles para pre-bonsái, normalmente higueras, manzanos y granados enanos.

Con un amigo de afición ya teníamos el ojo a nuestro objetivo: era el año de comprar una higuera!


Tras una charla con el responsable del vivero, viene la elección entre el montón de plantones desnudos que se desparraman por la parada. Para un aficionado más avanzado, de esos que ven el árbol ahí dentro, puede que sea una tarea más simple, pero para nosotros es realmente complicado. Tras mucha vueltas, cada higuera se fue con su pareja.


Luego llegó el momento del trasplante, de podar lo que sobraba y la búsqueda del árbol que se supone había allí. No sé si lo conseguimos, pero tras comentarlo y mirar y mirar, el árbol que surgió fue éste.

 

Ahora llegaba la fase más importante: que el pobre arbolito hubiese sobrevivido a nuestras artes. Nos llevamos una gran alegría cuando esa misma primavera, al cabo de un par de meses, brotó.


¡Primera fase de esta historia superada!


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